El terapeuta puede ayudar a encontrar la situación más problemática presentándole una cantidad de problemas existentes, pidiéndole que los elimine de a uno y observando el grado de alivio que obtiene en cada caso
Ejemplo:
T: Tienes entonces problemas con la escuela, con tu compañera de cuarto y para encontrar a tu madre... ¿Algo más?
P: Sí, no me he sentido bien. Temo enfermarme justo cuando debo entregar mi monografía.
T: ¿Cuál de estas situaciones te molesta más: los estudios, tu compañera, no encontrar a tu mamá o sentirte enferma?
[El terapeuta y la paciente se ocupan entonces del problema con los estudios, identifican los pensamientos automáticos y les dan respuesta. También aplican técnicas de resolución de problemas.]
T: Déjame que te lea lo que escribimos, para que veas qué es lo que más te molesta. Si no logras averiguarlo, iremos eliminando hipotéticamente cada uno de los puntos, para ver cuándo te sientes más aliviada. ¿Está bien?