Inventario de depresión de Beck II® (BDI ® II )

Es un cuestionario autoaplicado de 21 ítems que evalúa un amplio espectro de síntomas depresivos. 

Su contenido enfatiza más en el componente cognitivo de la depresión, ya que los síntomas de esta esfera representan en torno al 50 % de la puntuación total del cuestionario, siendo los síntomas de tipo somático / vegetativo el segundo bloque de mayor peso; de los 21 items, 15 hacen referencia a síntomas psicológico-cognitivos, y los 6 restantes a síntomas somático-vegetativos. 

El paciente tiene que seleccionar, para cada ítem,  la alternativa de respuesta que mejor refleje su situación durante el momento actual y la última semana. La puntuación total se obtiene sumando los valores de las frases seleccionadas, que van de 0 a 3.

El rango de la puntuación obtenida es de 0-63 puntos. Como otros instrumentos de evaluación de síntomas, su objetivo es cuantificar la sintomatología, no proporcionar un diagnóstico. Los puntos de corte usualmente aceptados para graduar la intensidad / severidad son los siguientes:

  1-10 Estados altibajos son considerados normales
11-16 Leve perturbación del estado de ánimo 
17-20 Estados de depresión intermitentes 
21-30 Depresión moderada 
31-40 Depresión grave 
Más de 40 Depresión extrema 


Flecha descendente o hacia abajo

En ocasiones, los pensamientos negativos resultan verdaderos. Supongamos que un paciente predice que será ignorado o desairado en una fiesta. Si bien esto constituye adivinación del futuro, puede llegar a ser cierto. El análisis de las creencias subyacentes al miedo de sufrir un desaire ayuda a aminorar el impacto del pensamiento. Con esta técnica, el terapeuta continúa formulando preguntas sobre ese pensamiento o evento: “¿Qué podría pasar si fuera cierto?” o “¿Qué implicaría si sucediera?” Este proceso se denomina descenso vertical, porque así intentamos socavar la creencia más profunda.

Preguntas a formular/Intervención
“Si su pensamiento es verdadero, ¿por qué le molesta?, ¿Qué le hace sentir?, ¿Qué piensa que sucederá después?” El terapeuta continúa indagando con mayor profundidad los pensamientos o eventos que podrían ocurrir si el pensamiento precedente fuera cierto o si el evento previo hubiera acaecido. La meta consiste en revelar la consecuencia final del pensamiento o hecho negativo.






Entrenamiento en detección de creencias irracionales (Método ABC)

A= Hechos activadores 
B= Creencias, pensamientos 
C= Consecuencias (emocional/conductual) 

Tareas (deberes) 
Autorregistros  A-B-C Durante el día

Para llegara a las creencias irracionales 
Que son los ¡debería dogmáticos!n (Las exigencias absolutas de)
Uno mismo, los demás y el mundo 







Técnica de relajación progresiva (RP)

Su desarrollo se debe a Edmund Jacobson (1939) quien comprobó en su laboratorio de fisiología clínica de Chicago que tensado y distiniendo una serie de músculos y percibiendo las sensaciones corporales que se producían, se eliminaban casi por completo las tensiones y contracciones musculares, induciéndose un estado de relajación profunda.

En el procedimiento original de Jacobson se describían más de sesenta ejercicios y varios meses de entrenamiento para lograr un nivel de relajación aceptable, en la actualidad los procedimientos basados en la Relajación Progresiva (RP) son considerablemente más breves en tiempo de entrenamiento y en número de ejercicios implicados.

Procedimiento de la relajación progresiva
El procedimiento para conseguirlo consiste en tensar y destensar los diferentes grupos musculares tomando conciencia de las sensaciones que se producen en cada situación.

Durante la fase de tensión, la contracción del músculo debe notarse, facilitando así la percepción de las sensaciones asociadas a la tensión. 

En la fase de distensión no se debe de realizar ningún esfuerzo activo y simplemente consiste en permanecer pasivo experimentando el alargamiento muscular que se produce al soltar rápidamente toda la tensión.

Como se ha indicado, la ejecución consiste en tensar y destensar inicialmente 16 grupos musculares tomando conciencia de las sensaciones que se producen en cada situación.

Indicaciones generales para la práctica de la relajación progresiva

1) Hacer un repaso mental de los músculos antes de comenzar la relajación.

2) Se trata de seguir una secuencia ordenada y procurar que sea la misma en todas las ocasiones (comenzando por las manos y acabando por los pies) 

3) Lo que se pretende al tensar un músculo es facilitar la distensión, por lo que no se debe tensar con demasiada fuerza pues se pueden producir contracturas y malestar.

4) El tiempo de duración de la tensión deber ser de 4 cuatro segundos aproximadamente, para pasar inmediatamente a relajar el músculo dejándolo suelto, como si se separara de repente de los tendones que lo sujetan.

5) Al relajar debe soltarse el músculo de repente, no hay que distenderlo lentamente pues ello requiere un control mayor de los músculos antagonistas.

6) Debe mantenerse el músculo relajado durante unos 15 segundos aproximadamente antes de tensar de nuevo.

7) Es útil imaginar en cada momento los músculos que está tensando y relajando, su forma, especialmente cuando el músculo está relajado, y notar cómo se sigue distendiendo por sí mismo después de soltarlo.

8) Es aconsejable concentrarse durante un tiempo en la agradable sensación de relajar cada músculo.

9) Una vez que han relajado todos los músculos, es aconsejable hacer un repaso mental de ellos, comenzando del final al principio de la secuencia.  Se facilita así la auto-exploración de las partes que no se haya logrado relajar convenientemente, no siendo preciso tensar ningún músculo en esta fase.


Inventario de ansiedad de Beck ® (BAI ® )

El Inventario de Ansiedad de Beck es una herramienta útil para valorar los síntomas somáticos de ansiedad, tanto en desórdenes de ansiedad como en cuadros depresivos.

El cuestionario consta de 21 preguntas, proporcionando un rango de puntuación entre 0 y 63. Los puntos de corte sugeridos para interpretar el resultado obtenido son los siguientes:

00 - 07 - Ansiedad normal
08 - 21 - Ansiedad muy baja 
22–35 - Ansiedad moderada 
más de 36 - Ansiedad severa

Cada ítem se puntúa de 0 a 3, correspondiendo la puntuación 0 a "en absoluto", 1 a "levemente, no me molesta mucho", 2 a "moderadamente, fue muy desagradable pero podía soportarlo" y la puntuación 3 a "severamente, casi no podía soportarlo".

La puntuación total es la suma de las de todos los ítems. Los síntomas hacen referencia a la última semana y al momento actual.

En el cuestionario hay una lista de síntomas comunes de la ansiedad. Lea cada uno de los ítems atentamente, e indique cuanto le ha afectado en la última semana incluyendo hoy.

Los valores de cada elemento se suman obteniéndose una puntuación total que puede ir de 0 a 63 puntos. 
0 y 7 se interpreta como un nivel mínimo de ansiedad,
de 8 a 15 como leve, 
de 16 a 25 como moderado y de 
26 a 63 como grave.


Reestructuración Cognitiva

La Terapia Racional Emotiva Conductual y la Terapia Cognitiva suelen considerarse Terapias de Reestructuración Cognitiva, puesto que el objetivo fundamental es eliminar los pensamientos negativos, sesgos cognitivos y creencias inadecuadas que están generando y manteniendo comportamientos desadaptados o malestar emocional.

Técnicas de reestructuración cognitiva: Están centradas en la identificación y  cambio de las cogniciones (creencias irracionales, pensamientos distorsionados o autoverbalizaciones negativas) que están determinando o manteniendo el problema. Los modelos de reestructuración cognitiva se centran en el significado, analizan la racionalidad de los pensamientos o creencias y enseñan al paciente a pensar de manera correcta, atacando los errores o distorsiones que pueden estar produciéndose en el procesamiento de la información. En esta  categoría se incluyen: la Terapia Racional Emotiva de Ellis (1962) y la Terapia Cognitiva de Beck (Beck, Rush, Shaw y Emery, 1979), las cuales constituyen sus ejemplos más genuinos; además, Mahoney y Arnkoff (1978) incluyen en esta categoría la Reestructuración Racional Sistemática de Goldfried, Decented y Weinberg (1974) y, quizá con poco acierto, el Entrenamiento en Autoinstrucciones de Meichenbaum y Goodman (1971).

Hay que señalar en este punto que tanto A.T. Beck como A. Ellis son, aún a día de hoy, los terapeutas más emblemáticos de la orientación cognitiva, siendo el punto de referencia para gran parte de las intervenciones que tienen lugar bajo ese rótulo. Ambos autores partieron de una formación dinámica que se les quedó limitada en su quehacer clínico habitual. Beck, reconociendo la utilidad de la Terapia de Conducta, llevó a cabo diversas investigaciones que le permitieron evidenciar la existencia de pautas cognitivas negativistas, lo que le llevó a formular su modelo de depresión y, en consonancia con él, su Terapia Cognitiva para la depresión (Beck, 1963 y 1964). La terapia cognitiva de Beck es un tratamiento estructurado y pautado que incluye diversas técnicas propias de la Terapia de Conducta y un modus operandi muy similar, por lo que es plenamente reconocido y aceptado. También Ellis realiza
un acercamiento similar, aunque menos sistematizado y no centrado en un tema de la relevancia de la depresión, lo cual, quizá le ha conferido menor notoriedad e influencia en comparación con Beck. Ellis al igual que Beck, incluye en su terapia procedimientos conductuales. A este respecto resulta curioso cómo cuando la etiqueta cognitiva le quita protagonismo al rótulo conductual, Ellis, en sentido inverso, comenzó a rotular su terapia como Terapia Racional Emotivo-Conductual (Lega, Caballo y Ellis, 1997).

Debate socrático

Utiliza frecuentemente el debate socrático. 

La TREC utiliza como método principal el debate empírico, lógico y pragmático de cuestionamiento de las creencias irracionales para conseguir una reestructuración cognitiva y un cambio filosófico profundo. Mientras que las TCC utilizan con mayor frecuencia otros métodos cognitivos como las autoinstrucciones, la distracción cognitiva, etc., para modificar los pensamientos disfuncionales.