Terapeuta: Me gustaría comenzar nuestra sesión estableciendo el plan, es decir, decidiendo sobre qué hablaremos el día de hoy. Lo haremos al comienzo de cada sesión, para asegurarnos de tener tiempo suficiente para ocuparnos de las cosas más importantes. Me gustaría sugerir algunos puntos y luego preguntaré qué cosas te gustaría añadir. ¿Estás de acuerdo?
T: En primer lugar, quisiera saber cómo te has sentido últimamente (2). Luego, me gustaría que me contaras un poco más acerca de las razones que te llevaron a comenzar una terapia (3), de los objetivos que te gustaría alcanzar (3). Quisiera también enterarme de algunos de tus problemas(6) y saber qué esperas de la terapia (5). ¿Vamos bien hasta aquí?
T: También me gustaría que me contaras lo que sabes acerca de la terapia cognitiva (4). Yo te explicaré cómo será nuestra terapia y hablaremos acerca de las tareas para el hogar(7). Hacia el final, resumiré lo que hemos hablado y te pediré retroalimentación(8), es decir, que me cuentes cómo piensas que ha sido la sesión. ¿Hay algo que quieras agregar al plan de hoy?
P: Sí. Me gustaría hacer algunas preguntas acerca de mi diagnóstico y sobre cuánto tiempo piensa usted que necesitaré la terapia.
T: Bien. Permíteme anotar tus preguntas y nos aseguraremos de responderlas hoy. (Toma nota de las preguntas del paciente) Verás que yo escribo muchas cosas durante la sesión. Quiero asegurarme de recordar lo importante... Está bien. ¿Alguna otra cosa para el plan de hoy?
P: No. Eso es todo.
T: Si a medida que avanzamos se te ocurren otras cosas, dímelo.
Lo ideal es que el plan se establezca en forma rápida y precisa. La explicación del funcionamiento hace más comprensible el proceso de la terapia para el paciente y lo insta a tener una participación activa de una manera estructurada y productiva.